En la editoriales, el wordperfect terminó con las mecanógrafas y a nadie le importó. Mas tarde, las nuevas centralitas telefónicas y los número 902 terminaron con las telefonistas en las editoriales y aumentaron productividad.
En el departamento comercial, el fax y el AS400 terminaron con los telex, cables y similares, las editoriales lo consideraron un avance.
Hoy les toca el turno a las propias editoriales y ya no hay mecanógrafas, telefonistas ni operadores de telex que les defiendan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario