Cuando ya está casi todo dicho, esta fascinante película de James Cameron no hace sino incidir sobre cosas ya tratadas anteriormente pero, sin duda, con una elegancia y estilo nunca vistas.
No vamos a descubrir nada nuevo, el guión es manido y algo previsible... pero ¡ay amigos!, el despliegue visual es algo nunca visto, deja totalmente atrás películas tan reconocidas como El Señor de los Anillos o las denostadas nuevas de la saga Star Wars.
En otras palabras, una experiencia visual digna de gastarse los casi 10 euracos comida y parking aparte que te costará verlo en 3D en tu cine habitual.
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