lunes, 8 de abril de 2013

El principito y la princesita.


El principito es la pureza del alma, la princesita es el alma corrompida. 
El principito es El Niño inocente de un mundo que va a nacer, la princesita es el ocaso de una forma de vida que se agarra a intereses egoístas del pasado. 
El principito habla el lenguaje del corazón,la princesita el lenguaje frío y calculador de las nóminas y los sobres.
El principito solo tenía una flor que regaba todos los días y a la que quería colocarle un biombo para protegerla de los vientos, la princesita tiene casas,posesiones,propiedades que la mayoría no se pueden ver.
El principito deseaba que le pintase un corderito sin cuerda y sin cuernos, la princesita que le pintasen muchos ceros en su cuenta corriente. 
El principito conoció a un rey que mandaba al universo realizar lo que el universo deseaba hacer, la princesita conocía a un monarca que tenía un universo que realizaba lo que el deseaba. 
El principito amaestro un zorro con el que estableció ritos de amistad, la princesita amaestro un jugador de balonmano con el que estableció ritos de oscuros juegos malabares. 
El principito conoció un borracho, la princesita se emborrachó en las alturas del poder. 
El principito nos enseño lo importante que era preguntar, la princesita lo necesario que es esquivar las preguntas. 
El principito inicia un viaje para conocer todo el mundo y nuevas personas,la princesita se encierra avergonzada en su mundo y no desea salir ni siquiera a la puerta de su casa.
El principito amaba a los animales, ovejas,cabras,zorros e incluso a la peligrosa serpiente, la princesita tiene un padre que disfruta matando paquidermos en África.
El principito sabe que no es verdad lo que directamente se ve dibujado, que todo tiene un mensaje profundo,que el sombrero pintado no es sombrero sino una boa que se come el elefante,la princesita teme la verdad,le atemoriza los datos de la realidad y desea ocultarse de todo lo ocurrido,inventando mundos falsos.
El principito cuando esta triste cambia el sitio de la silla para poder contemplar el ocaso del sol, la princesita cuando esta triste huye y refugia su dolor detrás de unas gafas negras negándose a contemplar la luz limpia y transparente del sol.
El principito mira dentro de sí mismo y descubre los cimientos de un nuevo mundo que busca encontrarse, la princesita no desea mirarse dentro de sí misma, teme ver demasiados edificios hundidos,ilusiones rotas y ratas pululando entre las calles de la corrupción.

Hoy setenta años después el principito ya no existe,la princesita ha ocupado su lugar. El lenguaje del corazón que guiaba al pequeño príncipe ha sido desahuciado por el lenguaje del cerebro egoísta y superficial que sólo ve sombrero y que sí tiene que ver puestas de sol se irá a un exquisito hotel de cinco estrellas…Hoy setenta años después el principito es ya republicano…

1 comentario:

Miguel dijo...

joder, pensaba que iba de la Cristina y el Urdangarín!