Cada vez que abrimos un grifo de agua caliente pasa un ratito hasta que se vacía la tubería de agua fría, y llega el agua caliente.
¿Qué pasa con ese agua? Que se tira al desague, se desperdicia.
El ingeniero alicantino Alfonso Cuervo se puso manos a la obra y decidió que este desperdicio aparte de ser antieconómico para la familia, era un atentado para el medio ambiente. Tras años de diseño desarrollo y modelo de negocio ha inventado patentado y comercializado un aparato para ahorrar hasta 8.000 litros anuales de agua en una vivienda familiar.
Según su autor el AQUARETURN se amortiza en 3 años pero el ahorro en el impacto medio ambiental es patente: en un mundo donde no sobra el agua potable, todas las iniciativas son bienvenidas.
miércoles, 23 de octubre de 2013
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